"-Felinnah –Madison me miraba fijamente, pero yo no bajé la
vista ni un instante-. Puedo ver tu fortaleza, y resulta abrumadora.
Levanté una ceja y no respondí.
-Bien. Sé que no te agrado, y francamente no es importancia
para lo que tengo que decirte.
-Qué bueno que sabes algo sobre mí, “bruja suprema”. Al
menos podremos pasar nuestro tiempo en Nueva Orleáns ignorándonos mutuamente
–desdeñé. Odiaba ser así, pero ella provocaba lo peor de mí. La bruja sonrió
tranquilamente. Nada parecía perturbarla. ¡Qué odiosa!
-Estoy consciente de tu temor acerca de la inmortalidad
perpetua.
Abrí los ojos como platos. ¡Ella tenía respuestas! Pues esa
era información que sí deseaba conocer.
-Ah, sí –intenté sonar calmada.
-De nada te sirve fingir conmigo. Leo tu aura –sonrió.
-Bien. Sabes que no te tolero y que en realidad tengo miedo
de pasar una infinitud de tiempo sin conocer lo que puede suceder conmigo. Una
de dos. O me lo dices y terminamos con esta farsa, o alegas demencia y podemos
continuar ignorándonos en paz.
-No pretendo saber la razón por la cuál te desagrado tanto.
Sin embargo, la sé. Eres una vampira nata. Por ende, detestas lo que yo
represento.
-¿Y qué representas? Si no es inconveniente decirlo o
interviene con tu extraño vínculo con el Poder Superior –volteé los ojos.
-Represento el mismo poder del Poder Divino –respondió
calma-. Sé que tu vida ha sido terrible, pero hay una razón para ello.
-¡¿Cuál?! –Exclamé-. ¡¿Cuál es la razón para que un poder
que nunca ha estado conmigo haya creado a una pequeña, producto de una
infatuación vana de un inmortal imbécil y una drogadicta?! ¿Cuál es la razón de
toda esta locura y matanzas? ¡Ni tú puedes decir que valió la pena tanta
muerte!
-El mapa de la vida de cada quien está trazado. Tú naciste
para ser quien eres, una inmortal fuerte y valiente que irá en contra de su
naturaleza para salvar a la humanidad algún día. Ahora me detestas, pero
seremos las mejores amigas tarde o temprano. De hecho, yo ya te tengo afecto
–sonrió-. Tu sarcasmo me recuerda mucho al de Antoine. Se me ha revelado una
verdad ineludible, y esa es que serás mi par para acabar con la maldad de este
universo. No puedo explicarte más. Todo se irá dando con el tiempo –explicó
pacientemente mientras yo perdía todo rastro de paciencia.
-¡Yo, tú mejor amiga! ¡Ni el cielo lo permita! No te
tolero. Eres una snob con cara de ángel. No eres mejor que Devorah.
-Ni pretendo serlo –rió la bruja.
-Sabes a qué me refiero.
-Prefiero no saberlo, Felinnah –respondió amablemente.
-Bien. Hay otra razón por la que me tienes aquí contigo, lo
sé. ¿Cuál es? –Inquirí, tornando mis ojos en gris líquido. Ni eso la intimidó. ¡Claro que no! ¡Ella estaba casada con un
vampiro! ¿Qué demonios le podía intimidar en el mundo?
-Así es, la hay. Yo sé lo que te puede destruir –respondió
sin miramientos, dejándome pasmada. No quise mostrárselo, pero ella me sentía.
Así que de nada valía luchar…
-¿Qué es? Suéltalo ya –demandé.
-Solamente un inmortal nacido puede matar a otro inmortal
nacido. No tengo idea de quién podría ser, puesto que no se me ha revelado.
Pero sé con certeza que te tiene que arrancar la cabeza para que esto suceda.
Di una arcada de terror, aunque por otra parte me sentí
aliviada.
-Es… bueno saberlo –respondí-. Gracias –solté a
regañadientes.
-Debes saber que tu raza y la mía no es tan diferente
–murmuró. La miré dubitativa-. Todos estamos conectados, lo deberías saber
ahora. Yo creía que los inmortales eran la excepción.
-Y aun así te casaste con uno –mofé.
-¿Deseas casarte con Dominic? –Cuestionó visiblemente
emocionada.
-Esa es una idiotez de la que no seré partícipe en ninguna
forma –contesté.
-Antoine y yo nos encontramos por destino, así como tú y
Dom, y cuando el momento llegue, nada de esto te parecerá tonto –sonrió.
-Si sabes qué es lo que sucederá con nosotros, más vale que
lo digas –amenacé.
-Solamente sé que seremos las mejores amigas, y me gustaría
comenzar con el pie derecho –la bruja extendió la mano para que yo la tomara.
Todo esto me parecía una enorme locura, pero algo había aprendido de mi tiempo
como bruja. Si Madison aseguraba algo, probablemente no era tan estúpido.
Rejega y molesta, le di la mano.
-Por cierto, lo único que quiero agradecerte es lo que le
diste a Dominic. No sé qué fue, pero… gracias –volteé el rostro.
-De nada. A Antoine y a mí nos ha servido –rió-. Solo velo
como un servicio de una amiga a otra."
(La máxima líder de las brujas con la vampira nata... amigas o enemigas para lograr un porósito) Mariela Villegas R.
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